Espuma de tarta de queso con vainilla
Esta espuma de tarta de queso y vainilla es una forma emocionante de crear un postre ligero y esponjoso con su dispensador de crema batida que no requiere horneado y un esfuerzo mínimo. Tiene todo el sabor de una deliciosa tarta de queso, ¡pero con una textura maravillosamente única!
Para 4 personas
Tiempo de cocción / preparación: 1 hora 10 minutos
Ingredientes:
- 225 g (8 oz) de queso crema
- 100 ml (1/4 taza) de agua
- 1/2 cucharada de extracto de vainilla
- 50 g (1/4 taza) de azúcar en polvo
- 50 g (3 cucharadas colmadas) de yogur de vainilla
- 1 cucharada de miel clara (opcional) - ver notas
- 150 g (1 1/2 tazas) de galletas de jengibre (o galletas Graham), trituradas
- Frambuesas frescas para servir
Instrucciones:
Batir el queso crema en el tazón de una batidora de pie (o con un batidor de mano) hasta que quede suave y sedoso, sin grumos. Agregue el agua, la vainilla, el azúcar, el yogur y la miel (si se usa), luego continúe batiendo hasta que quede suave y combinado.
Colar la mezcla a través de un colador, luego verter en su dispensador de crema batida. Coloque un cargador de N2O dentro del soporte del cargador, atorníllelo al dispensador y libere el gas. Desatornille el soporte del cargador y deseche el cargador, luego agite el recipiente de 4 a 5 veces. Repita el proceso con un segundo cargador de N2O, luego coloque el dispensador de crema en el refrigerador durante al menos una hora para que se enfríe.
Cuando esté listo para servir, divida las galletas / galletas saladas trituradas entre cuatro moldes individuales. Saca el dispensador de crema batida de la nevera, agítalo de nuevo rápidamente y luego vierte la espuma sobre la base de la galleta. Cubra con frambuesas u otra fruta de temporada.
Notas: Pruebe la mezcla de tarta de queso antes de agregar la miel para medir el nivel de dulzura de acuerdo con su gusto personal; dependiendo del tipo de queso crema o yogur que use, es posible que no lo necesite.
Pruebe y sirva la tarta de queso tan pronto como sea posible después de dispensarla, para asegurarse de que la espuma no se hunda.